Comentario escrito por Enrique
Pocos libros son tan ampliamente reconocidos como éste clásico de Oscar Wilde. De hecho cuando le contaba a conocidos que me encontraba leyendo esta novela, todos me decían que era un clásico, que era buenísimo, pero al ahondar en los méritos del libro, comprendí que ninguno de mis conocidos había leído esta novela.
Al empezar la lectura no pude más que admirar lo bello del lenguaje, lo rico de la narrativa, la increíble habilidad de Wilde de crear interés hasta en lo más mundano. El libro fluye tan bien, que uno se pierde a veces en la belleza del lenguaje y se olvida de la trama y de los otros elementos de la narrativa.
En cuanto a personajes, nos encontramos con tres individuos de singular importancia: Lord Henry, Basil y Dorian Gray. En mi opinión, el personaje que se roba la novela es Lord Henry. El es el “demonio” que corrompe el alma de Dorian y lo modela a su imagen y semejanza. Basil es como la conciencia, a la cual Dorian termina aniquilando, figurativa y verdaderamente. Pero Dorian Gray era un joven que simplemente no tenía un compas moral, no era un criminal, pero si usamos las categorías psicológicas contemporáneas, podemos decir que Dorian poseía un defecto antisocial de la personalidad (no tener conciencia).
Todo esto se traduce en un libro donde hay tremenda riqueza en la personalidad de los caracteres, donde la trama es rica, donde cada capítulo nos deja bellísimas u horroríficas frases. En total, un libro buenísimo, al cual lo recomiendo altamente y le doy un 10, todo mundo debe leer este libro.